- En días recientes, López Obrador ha puesto en práctica una de las claves del éxito del discurso populista: su capacidad para convencer de que los líderes son “oprimidos” que defienden ideales, y no opresores que buscan amasar más poder.
- El kirchnerismo sufrió una debacle electoral el domingo pasado. ¿Se terminó la magia del relato populista? Es difícil decirlo: no es la primera vez que se especula sobre su derrota final para luego verlo resurgir, más desafiante y soberbio.
- A lo largo de sus ya once informes de gobierno, el presidente López Obrador ha privilegiado el uso de técnicas de propaganda por encima del intento de persuadir que caracterizaba a informes del pasado. El de hoy no fue la excepción.
- Ricardo Anaya vuelve a estar en el centro de la discusión política, y una vez más está ahí por las razones equivocadas.
- Aunque parece un producto espontáneo del humor de López Obrador, el insulto presidencial es en realidad un método deliberado y sistemático de acoso verbal.
- Unas cuantas voces han exigido cuentas sobre el manejo de la pandemia por parte de un subsecretario de salud al que se le dio demasiado poder y demasiada atención. Esas exigencias deben multiplicarse y continuar.
- Una democracia enferma solo puede producir campañas de baja calidad, que no interesan a los ciudadanos ni mueven a los políticos a la acción. En este panorama desolador hay dos claros ganadores.
- Ante otros sucesos catastróficos durante su administración, AMLO ha buscado eludir la rendición de cuentas y sacar ventaja política. Pero hay tres factores que obstaculizan el despliegue de su estrategia habitual frente al trágico accidente del Metro de la Ciudad de México.
- Las de 2021 son campañas de la era populista, en las que lo importante es hacer política sin parecer político: mostrarse genuino, conseguir votos no a pesar de los defectos propios, sino precisamente a causa de ellos.