David Toscana | Letras Libres
artículo no publicado
  • Los clásicos nos aleccionan, nos guían en muchos temas de la condición humana, aunque no todas las lecciones han de ser morales o edificantes. No todas las obras pueden forzarse para que hablen con una moral presente.
  • La génesis del vocablo “cráter” se refiere a algo mucho más disfrutable que a la boca que suelta una ardiente materia y “lo arrasa todo a su paso”.
  • En las batallas de Maratón y Salamina, pequeños ejércitos de guerreros amantes de la libertad le dieron bonitos puntapiés a mayúsculas hordas venidas de territorios que, veinticinco siglos después, no acaban de asimilar la idea de la libertad.
  • En el gimnasio se utiliza una expresión en inglés: No pain, no gain. A veces funciona con la lectura. Antes que molicie, el lector curtido busca libros que le representen un esfuerzo.
  • La historia de Pávlik Morózov, un niño que acusó a su padre de realizar actividades antisoviéticas, elevó el chisme a la categoría de virtud patriótica en la antigua URSS. Hoy, como siempre, florecen figuras como él.
  • Nos seducen las habilidades físicas que se entregan fácilmente al más básico intelecto; en cambio no funcionan igual las virtudes mentales.
  • Antiguamente, los gobiernos luchaban de frente contra la lectura con persecuciones, censura, hogueras y castigos. Ahora, de forma más refinada, desacreditan la lectura por placer.
  • "Siempre he hablado de lo normal: que me hice escritor leyendo; pero debo decir que también corriendo."
  • La idea del preso con libertad de conciencia es romántica, pero nadie necesita tanto de la libertad del cuerpo como quien es libre de pensamiento.