- Tras la muerte de Guillermo Sucre, se ha valorado su labor crítica y se ha visitado menos su obra poética. Sin embargo, una no puede entenderse sin la otra. Más que certidumbre, su poesía ofrece una forma de la duda.
- A menudo se atribuye la precisa relojería de los ensayos de Gabriel Zaid a su profesión de ingeniero; se ha estudiado menos, en cambio, el diálogo constante entre su prosa y su poesía.
- Fue más que la compañera de Octavio Paz: artista por méritos propios, mantuvo una voz y una conciencia crítica en constante diálogo con el poeta. El perfil y la muestra de su obra que presentamos en este número lo confirman.